Recibo carta de la Sociedad , de fecha 2 de Enero, convocando a Asamblea General Extraordinaria, día 18 de Enero, Viernes, 8 ½ de la tarde, con el siguiente orden del día:
1º. Nuevas fincas acotadas en la sociedad
2º. Problemas de Tesorería que se presentan en la temporada 2012/2013 ante el pago de los terrenos acotados
3º. Aumento de las cuotas para los socios mayores de 60 y 65 años
4º. Ruegos y preguntas.
Ya había oído decir en las Navidades que la Sociedad iba a anexar nuevos fincas al coto, en realidad terrenos que ya habían sido suyos pero que, a consecuencia del dinerito, vinieron sociedades particulares y se los llevaron.
Ahora con la crisis, estas fincas, arrendadas por esas sociedades particulares, han quedado a la espera de nuevo arrendatario, en parte por no tener caza y en parte por la crisis. La salida prevista por los dueños ha sido muy clara: a falta de mejor postor, han vuelto a ofrecerlos a las Sociedades Locales, pero ahora más baratos. Claro, que al hablar de más barato me estoy refiriendo al precio pagado por esas sociedades particulares y no por el efectuado por la Sociedad Local al principio.
El desembolso efectuado por la Sociedad Local en principio, a los propietarios de las fincas cedidas, era más que simbólico: prácticamente nada. Sólo algunas fincas, de cierta entidad y estratégicas dentro del coto, reciben una compensación por la cesión efectuada. Ello ha llevado consigo que las cuotas pagadas por los socios fuera bastante escasa, 120 €, incluido seguro y licencia federativa, y que a pesar de ello la tesorería de la sociedad estuviera mas que desahogada.
En definitiva, que la crisis ha obligado a que las sociedades particulares abandonen los cotos y que estos mismos cotos vuelvan a pasar ahora a las sociedades locales. Por otra parte, los propietarios que tienen cedidas sus fincas están intentando que la sociedad local los compense económicamente; algo de lo mas lógico y con todo el sentido común del mundo. Como consecuencia, lo que antes no costaba nada o casi nada, ahora, aun siendo barato, cuesta más que antes. No hay más que leer el punto 2º del orden del día de la Asamblea de la Sociedad Local, “problemas de tesorería”.
El punto 1º, se refiere a terrenos lindantes con la finca de José A. Lancharro. Se denominan “Los Barrancos”, famosos por su abundancia de perdices, claro que en otros tiempos. A ver de que se trata.
Sucedió lo mismo con “La Habana”, pero esta es demasiado grande y la sociedad no le puede hincar el pico. Los socios no están dispuestos a soltar el dinero.
Respecto del nº 3 del orden del día, a mi me parece bien; ya es hora de que los jubilados o mayores de 60 años comiencen a perder sus privilegios. El colectivo de pensionistas es el mejor tratado por el gobierno. Veo bien que los jubilados estén exentos de cierta clase de impuestos, tasas o pagos de servicios colectivos, pero no de una forma lineal como hasta ahora. Hay que ayudar a quien de verdad lo necesite. A ver si las izquierdas demuestran de una vez que son de verdad progresistas. Díganme Vds que puñetera falta le hacia a un rico cobrar los famosos 2.500 € que pagaba el gobierno de Zapatero por nacimiento y a un jubilado con la paga máxima, 3.300 €/mes brutos, subirse gratis a un autobús y no pagar medicinas. Soy partidario de que todo el mundo pague un impuesto, destinado a los servicios públicos, en función de sus ingresos, directamente proporcional a los mismos, tanto trabajadores como jubilados, y después que cada cual pague algo más en función del uso que haga de ellos. Hoy tenemos jubilados que ganan bastante más que muchos trabajadores, teniendo menos necesidades.
Creo que ese impuesto añadido, eso que llaman ahora “copago”, serviría para disuadir y “educar” a muchos ciudadanos acostumbrados a creer que algunos bienes de primera necesidad, y otros no tanto, son gratis. Como si los bienes no costaran dinero alguno, como llegó a decir una ministra socialista, “que el dinero público no es de nadie”. El dinero público se recauda con los impuestos de todos los contribuyentes y ese bien que llaman “gratis” está costeado con el trabajo de todos.
Pues bien, como consecuencia de la crisis ha llegado a darse este contrasentido: los cotos privados son ahora mas baratos que antes y los cotos integrados en las Sociedades Locales más caros. Claro, que estos últimos aun siguen siendo muy baratos. Eso si, la cuota de la sociedad ha subido hasta los 150 €, casi un 30%, y los privilegios de los jubilados, que no pagaban, han desaparecido. Todo quisqui a pagar. ¡Manda güevos, ahora que me voy a convertir en jubilado!