martes, 29 de enero de 2013

SE SIENTE LA CRISIS: CASO ESPECIAL DE LA SOCIEDAD LOCAL DE CAZADORES Nª Sª DE TENTUDÍA


Recibo carta de la Sociedad, de fecha 2 de Enero, convocando a Asamblea General Extraordinaria, día 18 de Enero, Viernes, 8 ½ de la tarde, con el siguiente orden del día:

1º.    Nuevas fincas acotadas en la sociedad
2º.    Problemas de Tesorería que se presentan en la temporada 2012/2013 ante el pago de los terrenos acotados
3º.    Aumento de las cuotas para los socios mayores de 60 y 65 años
4º.    Ruegos y preguntas.

Ya había oído decir en las Navidades que la Sociedad iba a anexar nuevos fincas al coto, en realidad terrenos que ya habían sido suyos pero que, a consecuencia del dinerito, vinieron sociedades particulares y se los llevaron.
Ahora con la crisis, estas fincas, arrendadas por esas sociedades particulares, han quedado a la espera de nuevo arrendatario, en parte por no tener caza y en parte por la crisis. La salida prevista por los dueños ha sido muy clara: a falta de mejor postor, han vuelto a ofrecerlos a las Sociedades Locales, pero ahora más baratos. Claro, que al hablar de más barato me estoy refiriendo al precio pagado por esas sociedades particulares y no por el efectuado por la Sociedad Local al principio.
El desembolso efectuado por la Sociedad Local en principio, a los propietarios de las fincas cedidas, era más que simbólico: prácticamente nada. Sólo algunas fincas, de cierta entidad y estratégicas dentro del coto, reciben una compensación por la cesión efectuada. Ello ha llevado consigo que las cuotas pagadas por los socios fuera bastante escasa, 120 €, incluido seguro y licencia federativa, y que a pesar de ello la tesorería de la sociedad estuviera mas que desahogada.
En definitiva, que la crisis ha obligado a que las sociedades particulares abandonen los cotos y que estos mismos cotos vuelvan a pasar ahora a las sociedades locales. Por otra parte, los propietarios que tienen cedidas sus fincas están intentando que la sociedad local los compense económicamente; algo de lo mas lógico y con todo el sentido común del mundo. Como consecuencia, lo que antes no costaba nada o casi nada, ahora, aun siendo barato, cuesta  más que antes. No hay más que leer el punto 2º del orden del día de la Asamblea de la Sociedad Local, “problemas de tesorería”.
El punto 1º, se refiere a terrenos lindantes con la finca de José A. Lancharro. Se denominan “Los Barrancos”, famosos por su abundancia de perdices, claro que en otros tiempos. A ver de que se trata.
Sucedió lo mismo con “La Habana”, pero esta es demasiado grande y la sociedad no le puede hincar el pico. Los socios no están dispuestos a soltar el dinero.
Respecto del nº 3 del orden del día, a mi me parece bien; ya es hora de que los jubilados o mayores de 60 años comiencen a perder sus privilegios. El colectivo de pensionistas es el mejor tratado por el gobierno. Veo bien que los jubilados estén exentos de cierta clase  de impuestos, tasas o pagos de servicios colectivos, pero no de una forma lineal como hasta ahora. Hay que ayudar a quien de verdad lo necesite. A ver si las izquierdas demuestran de una vez que son de verdad progresistas. Díganme Vds que puñetera falta le hacia a un rico cobrar los famosos 2.500 € que pagaba el gobierno de Zapatero por nacimiento y a un jubilado con la paga máxima, 3.300 €/mes brutos, subirse gratis a un autobús y no pagar medicinas. Soy partidario de que todo el mundo pague un impuesto, destinado a los servicios públicos, en función de sus ingresos, directamente proporcional a los mismos, tanto trabajadores como jubilados, y después que cada cual pague algo más en función del uso que haga de ellos. Hoy tenemos jubilados que ganan bastante más que muchos trabajadores, teniendo menos necesidades.
Creo que ese impuesto añadido, eso que llaman ahora “copago”, serviría para disuadir y “educar” a muchos ciudadanos acostumbrados a creer que algunos bienes de primera necesidad, y otros no tanto, son gratis. Como si los bienes no costaran dinero alguno, como llegó a decir una ministra socialista, “que el dinero público no es de nadie”. El dinero público se recauda con los impuestos de todos los contribuyentes y ese bien que llaman “gratis” está costeado con el trabajo de todos.
Pues bien, como consecuencia de la crisis ha llegado a darse este contrasentido: los cotos privados son ahora mas baratos que antes y los cotos integrados en las Sociedades Locales más caros. Claro, que estos últimos aun siguen siendo muy baratos. Eso si, la cuota de la sociedad ha subido hasta los 150 €, casi un 30%, y los privilegios de los jubilados, que no pagaban, han desaparecido. Todo quisqui a pagar. ¡Manda güevos, ahora que me voy a convertir en jubilado!

martes, 15 de enero de 2013

LA LIEBRE DE LAS OREJAS ASERRADAS


La Nochevieja en Monesterio, sólo con la mujer, fue de lo más tranquila. A las diez, dado que la mayoría de los bares estaban cerrados, ya estábamos en casa. Mi sobrino Javier se prometía una noche parecida y a mediodía de la víspera me propuso ir a dar una vuelta al campo, a ver si matábamos alguna liebre y ¿por qué no?, alguna "perdigacha". Acepté dado que la general se cierra el día 6 de Enero y puede que este día sea el único que me de una oportunidad de cazar al salto.
No madrugamos mucho, sobre las nueve de la mañana llegamos al campo, contando sólo con la ayuda de “Chico”, el perro de mi sobrino, un cruce de pointer y cocker que tiene buena voluntad pero le falta práctica, morder caza; algo difícil en estos días, dada la escasez tanto de días hábiles como de piezas.
No hacia mas de media hora cuando “Chico” pica una liebre, el perro se calienta y sale con ella latiendo entre las retamas; mi sobrino le larga dos tiros y se le va. A los cinco minutos el perro vuelve a echar otra, quizás la misma, y esta vez viene para donde yo estoy; la liebre no da la cara y para cuando la veo va lejos y entre las retamas. Le largo dos tiros, pero tampoco la toco. ¡Estamos buenos! La liebre nos la ha jugado de puño a los dos.
Volamos cinco o seis pájaros, todos fuera de tiro, no hay quien le eche los puntos a estas malditas de las patas colorás. Vuelan hacia delante ó atrás para escaparse por los laterales para no volver a verlas más en todo el día. Se acabó aquello que decían los antiguos de darles tres vuelos a la perdiz y después al matadero. Ahora con verlas ya es bastante.
 Entro en un retamal, la densidad de estos arbustos es abundante, y veo como se escurre una liebre a la derecha sin que me de oportunidad de tirarla. Cinco minutos más tarde tira mi sobrino y esta vez si acierta: es una liebre. ¡Bueno! Llevamos una pieza.                         
Al regreso entra mi sobrino en un rodal de retamas y me quedo fuera a la espera, a ver que pasa. Late el perro, suena un tiro y enseguida la voz de ¡Ahí la llevas! Sale la liebre del manchón como una exhalación, ha olido la pólvora y oído el estampido, amen de llevar detrás el latido de “Chico”, pero esta vez además de estar prevenido me ha cogido en el lugar idóneo, dominando el recorrido de la liebre desde una elevación del terreno, y echarle los puntos  no ha entrañado dificultad; la velocidad  del animal hace que al disparo de dos o tres volteretas. Ha sido un lance muy bonito. Enseguida llega el perro, se pasa al principio pero enseguida se vuelve y se encela con ella mordiéndola con ahínco. Lo dicho, este perro podía ser bueno, pero a ver donde practica. Lo acaricio llamándolo al orden:
- ¡Quieto hombre, quieto! ¡Que ya está muerta! Le palmeo en los lomos y le quito la liebre de la boca con suavidad.
Es una hembra adulta, la meto en el macuto. Llegaríamos al coche sin que se presentara otro lance.
En un principio, en el campo, no me percaté del detalle, pero después en casa, mientras desollaba el animal, me fijo sorprendido en las orejas, en los bordes de las mismas: están aserrados de la misma forma en que aparecen muchas hojas de las plantas. No se a que a que es debido este fenómeno, siempre he visto las orejas de las liebres con los bordes lisos, excepción hecha de orejas rotas o rajadas por el monte o por pelea de los animales, principalmente los machos. Pero esta perfección en el aserramiento,  y encima de las dos orejas, no es muy corriente; la liebre no es un macho y por otra parte el terreno no es de monte espinoso, lo más abundante son las retamas. Pudiera ser consecuencia de un tamujar[1] que hay en las inmediaciones, pero no lo creo.
Vemos en las fotos el esquema de una hoja con los bordes aserrados, una hoja de olmo, lasorejas de la liebre y un detalle de una rama de tamujo.
Hoja aserrada
Hoja del olmo
Muchas veces los animales silvestres son cogidos de pequeñitos y hay quien se entretiene marcándolos de alguna manera para luego soltarlos. Hay unas tijeras en peluquería con los bordes aserrados, denominadas de esculpir o entresacar y no me extrañaría que algún aprendiz de peluquero hubiera cogido algún lebrato por estos contornos y lo hubiera soltado después de haberle hecho la “peluquería”.
Detalle de rama de tamujo

Orejas de la liebre con los bordes aserrados
Tijeras peluqueras de esculpir






[1] El tamujo, escobón de río o espino de las escobas (Flueggea tinctoria), es una planta de la familia de las filantáceas. Suele encontrarse en la orilla de las corrientes de agua agrupada en poblaciones o matorrales llamados "tamujares", preferentemente en suelos rocosos bien drenados. Es un arbusto caducifolio, ramificado y con espinas rígidas, que alcanza en promedio 2 m de altura. Las hojas son alternas, ovaladas de color verde obscuro