martes, 28 de agosto de 2012

LOS BISONTES SALVADORES?

LOS BISONTES SALVADORES?
(28 de Agosto de 2.012)

El periódico “El Mundo”, edición del domingo 13/06/2010,  en el  suplemento  “Eureka”[1], traía un artículo, firmado por Pedro Cáceres, cuyos titulares eran los siguientes: Los bisontes europeos vuelven a España tras diez siglos de ausencia. Siete ejemplares de los míticos animales que inspiraron las pinturas de Altamira han llegado a la montaña palentina desde Polonia. La especie ayudará a prevenir incendios porque se come los matorrales del monte[2].  Subrayo la última frase.
Me preguntaba entonces lo siguiente: ¿se comerán estos bichos las jaras, jaguarzos, escobas, retamas, aulagas y demás arbustos que constituyen el monte mediterráneo típico y que son causantes, entre otros muchos factores, de los fuegos de la Península Ibérica? Igualmente venían a mi memoria aquellas estampas inigualables y pintorescas cuando se contemplaban en pastoría nuestras cabras serranas, tantas veces criticadas y abandonadas por la administración y que, las pocas que quedan, se alimentan con piensos compuestos. En mi opinión, eran aquellas cabras las que mantenían limpias, no de forma absoluta pero si razonable, las zonas propicias a los fuegos y ayudaban a mantenerlos a raya.
Según esa noticia, los bisontes fueron instalados en un “centro de cría" en San Cebrián de Mudá (Palencia), del que hablaba el veterinario Fernando Morán, encargado del proyecto. En dicho centro se le dispensarían todas las comodidades habidas y por haber, todo  para que los bisontes se sientan cómodos y relajados; agua tratada, comederos con cereales y henos de calidad en abundancia, asistencia veterinaria, guardería cualificada, etc. En fin, cosas que se le negaron a la cabra serrana en su momento por cuyo motivo esta tuvo que desaparecer por falta de rentabilidad aparente.
Este verano, dos años después, en la revista “Trofeo” del mes de Julio, vuelve a sonar la noticia bajo el título de “LOS BISONTES SALVADORES”, un título muy llamativo pero, a mi modo de ver, bastante engañoso. Esta segunda expedición procede de parques en Holanda y Bélgica, desde  donde pueden que traigan hasta  300 bisontes, vienen ahora 18, que podrían campar a sus anchas por la Cordillera Cantábrica, si la Asociación para la Conservación del Bisonte Europeo de España consigue el respaldo de un programa Life Naturaleza. Vivirán en Siero (al lado de Oviedo) y Villayón (Asturias), y también en San Cebrián de Mudá (Palencia).
Se persiguen, según los promotores de la reintroducción, varios fines: Conservación de una especie en peligro de extinción, desarrollo cinegético, turístico, suministrador cárnico y mantenedor del paisaje.
Ni que decir tiene que estoy en absoluto desacuerdo con la reintroducción de este animal en España. ¡Ojo!, no estoy en contra de la conservación de una especie en peligro de extinción, pero no este el caso. Hace mucho tiempo que se extinguió el bisonte en España, el último hace mas de mil años, y los hábitats han cambiado enormemente, siendo sustituidos los nichos ecológicos dejados por el mismo por otros rumiantes o por ganado doméstico. En los últimos 1.000 años, la fisonomía del paisaje ibérico, propiciado por el progreso de la agricultura y la ganadería, ha cambiado más que en los 100.000 anteriores. No así el caso de otros hábitats centroeuropeos, como el Bosque de Białowieża, en Masuria(Polonia), lugar donde se reintrodujo con éxito esta especie.
No hay que olvidar que los ejemplares introducidos provienen de parques con limitación de espacio, casi zoológicos, y que las habilidades de la especie para su adaptación al medio están bastante limitadas, ya que se pierden durante el cautiverio.
Es inimaginable perseguir la reintroducción de todas y cada una de las especies extinguidas en España. Los ecosistemas se ha reequilibrado y adaptado a los cambios producidos y la reintroducción siempre origina otros cambios no esperados y no siempre deseables.
Por lo que respecta al desarrollo cinegético no creo que el bisonte pudiera ser objeto de caza a no ser a muy largo plazo, y aún en este caso siempre sería pieza cinegética reservada para cazadores de élite privilegiados. Por otra parte, la presencia del bisonte restaría cantidad y calidad a las especies cinegéticas actuales. No olvidemos que de las tres especies cinegéticas alóctonas  introducidas en España, gamo, muflón de Corcega y arruí del norte de África, dos de ellas, el muflón y el arruí, están en proceso de erradicación, o por lo menos control exhaustivo, por parte de las Instituciones Públicas, debido a posible desplazamiento de la cabra montés española.
Lo que puede ser mas creíble es,  no nos engañemos, que lo que quiera el alcalde de San Cebrián de Mudá y el  veterinario Fernando Morán, es convertir a sus pueblos de Castilla, antes dominadora y ahora miserable, en zona turística, que buena falta les hace, y se le ha ocurrido la genial idea de los bisontes; pero que no nos venga con otros cuentos para vendernos la moto.
En cuanto a que el bisonte llegue a ser un potencial suministrador de carne, siempre será a consecuencia de la disminución de carne de otros rumiantes, sean los ciervos o las cabras serranas, a no ser que los críen en cautividad como los canguros.
Por último, consideran al bisonte como el mantenedor del paisaje y “potente aliado para prevenir incendios forestales”. Hay multitud de soluciones antes que tener que recurrir a los bisontes; parece de cachondeo. Mucha propaganda de “El Mundo” y de “Trofeo” sobre la participación en sus artículos de los mejores especialistas en cada área, pero en este caso, como en muchos otros, priva la política sobre la ciencia. Estamos hartos de sentirnos engañados por unos cuantos advenedizos sin preparación técnica alguna y que solo tienen la palabra justa para engañar a los votantes. Si esto es la democracia, que venga Dios y la vea.
Dice el veterinario Fernando Morán que el “bisonte es un luchador incansable contra incendios, que se come las escobas[3], esas escobas que se cuentan por cientos de hectáreas en nuestra sufrida España, que son matorral baldío, inservible, hijas del abandono ganadero y amantes del fuego que arrasa los montes" y acaba diciendo que estos animales son “auténticas "desbrozadoras con cuatro patas" muy efectivas para evitar los incendios”. Me hubiera gustado verlos al bajar de las cajas contenedoras después de miles de kilómetros de viaje: los animales se irían en busca de esas escobas para intentar ramonear en un intento de calmar el malestar causado por el transporte. También me gustaría ver ahora, al cabo de dos años, la situación del escobar de la zona, por no hablar de otros arbustos mediterráneos: jaras, jaguarzos, escobas, retamas, aulagas, romero, tomillo, etc. ¿O es que estos últimos no son matorral baldío, inservible, hijas del abandono ganadero y amantes del fuego? El mismo Sr. Morán lo reconoce: “hijas del abandono ganadero”, falta de promoción de la ganadería autóctona y consiguiente abandono de los habitantes del lugar. Debería saber también el Sr. Morán que la cobertura arbustiva, mencionada antes,  y arbórea - encinas, alcornoque, quejigos, robles, etc. - mediterráneas, sirven como soporte del suelo y están adaptadas perfectamente a los incendios. No así las “porquerías” introducidas, como el pino y otros cultivares.
Por último, me gustaría saber que presupuesto tienen las localidades de destino de los bisontes en la lucha contra incendios. Deberían saber que la mejor lucha contra los incendios son los métodos preventivos: en primer lugar limpieza del monte, cuestión que se puede y debe hacer y mantener fundamentalmente con maquinaria, incluida una adecuada red de caminos y descansaderos,  y en segundo lugar sistemas que avisen inmediatamente, vigías provistos de medios informáticos, del comienzo de un fuego y permitan una movilización rápida de los medios antiincendio, humanos y mecánicos. Es en ese momento cuando los medios mecánicos, hidroaviones, helicópteros, camiones antiincendio, etc, son efectivos. Una vez que el incendio se ha declarado, y lo digo por experiencia, la única forma de apagarlo es con la ayuda de agentes naturales, cambio de viento a favor fundamentalmente, o bien por agotamiento de la materia combustible, de forma natural o provocada por un buen cortafuegos. Que se lo digan a la isla de “La Gomera” en Las Canarias, no se ha quemado entera por dichas razones.




[1] El domingo, 21/02/2010, “El Mundo” estrenó un nuevo suplemento, “Eureka”, actualmente desaparecido, que según rezaban las palabras del periódico <<abarcará temas de Ciencia, Salud y Medio Ambiente. Todos los campos de la investigación, desde la evolución de nuestra especie y la búsqueda de vida en otros planetas, hasta la lucha contra las grandes enfermedades y el deterioro del medio ambiente, se encontrarán es este nuevo suplemento. Los mejores especialistas en cada área analizarán en profundidad los grandes desafíos de la sociedad combinando el máximo rigor con un estilo ameno>>.
[2] Ejemplares salvajes polacos criarán en Palencia para evitar su extinción: Siete bisontes europeos salvajes, procedentes de los bosques polacos de Bialowieza y Pszczyna, llegan mañana a un pueblo de Palencia en la cordillera Cantábrica. Son los primeros ejemplares de esta especie no nacidos en zoos que llegan a España, tras un milenio de ausencia, ya que se cree que estos animales, descendientes de los bisontes representados en la cercana cueva de Altamira, habitaron en Navarra hasta el siglo XI.
 [3]  Supongo se refiere a la especie “Cytisus scoparius”, conocida vulgarmente en España como Retama negra, Escobón, Piorno, Retama de escobas, Escoba ó Hiniesta blanca.

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